'El Sáhara es una olla a presión que va a explotar'


"Quillo, es que quiero ser multilingüe". Brahim Salem habla con un perfecto acento andaluz. Estudia español, inglés, árabe y quiere empezar con el ruso. Salem, saharaui de 21 años, ha estado viviendo durante 10 años en el pueblo sevillano de Cantillana, "el más borracho y fiestero" de toda Andalucía

Decidió volver a los campamentos de refugiados saharauis en Tinduf (Argelia) cuando su madre se puso enferma. De la juerga, las tapas y la barra libre de diversión pasó al desierto, las casas de adobe y la más absoluta de las pobrezas

"En los campos de refugiados la gente vive de ver pasar el tiempo. Los segundos se hacen minutos, los minutos se hacen horas, las horas se hacen días y los meses se hacen años", explica con tristeza

Salem es uno de los asistentes al XII FiShara, el Festival Internacional de Cine que se celebra en la 'wilaya' de Dajla, uno de los cinco campamentos situados en Argelia, donde residen los saharauis que huyeron del Sáhara Occidental tras la marcha de España y la ocupación marroquí

El festival se centra esta edición en la Justicia Universal, justo cuando se cumplen 40 años de la Marcha Verde y cuando se ha logrado un importante triunfo para los saharauis al procesar el juez Ruz a 11 militares y civiles marroquíes por el genocidio de su pueblo

Sin embargo, la última resolución de la ONU vuelve a dejar las cosas como están y se limita a prorrogar su misión en el Sáhara un año más, sin incluir la vigilancia de los Derechos Humanos. En cuatro décadas no se ha producido el más mínimo avance en el conflicto, lo que provoca que las esperanzas de los saharauis se vayan diluyendo entre la arena del desierto

Muchos jóvenes piden volver a las armas y reclaman al Frente Polisario una actitud más agresiva frente a Marruecos. "El Sáhara es una olla a presión que va a estallar. El Frente Polisario tiene que tomar medidas porque, si no, la gente se va a rebelar", asegura Mansur Moh-Fahdel, secretario regional del Ujsario, que aglutina a las juventudes del Polisario

Brahim Salem va más allá en sus críticas al Frente Polisario, el partido que gobierna a los saharauis y que lucha por su derecho de autodeterminación: "Los saharauis necesitamos un líder. La juventud queremos ir a la guerra. La cúpula del Polisario vive muy bien. Sus hijos estudian en Suiza y en España y vienen aquí de vacaciones. Están más cómodos así que si fuéramos libres. Le pediría al Frente Polisario que sea más honesto con sus ciudadanos. Necesitamos nuevas ideas. Si las suyas no han funcionado en 40 años, ¿por qué van a funcionar en el año 41?"

Este joven se queja de que a su regreso a su casa en Smara se ha dado cuenta de que muchos saharauis se han ido. Unos se han instalado en Argelia tras conseguir la nacionalidad argelina y otros han vuelto a la zona del Sáhara occidental ocupada por Marruecos, donde el Ejecutivo marroquí les ofrece una casa y una paga como gancho para que retornen

"La gente está harta y quiere un futuro mejor para sus hijos. Al final, se han ido yendo. Creo que aceptar la oferta de Marruecos es traicionarse a sí mismo y a nuestros mártires. Pero el que puede, sale por piernas. Sólo quedan los fieles", se lamenta

Fadili Sidati, de 29 años, es otro de los que se han cansado de esperar la paz. "Lo que nos quitaron con los fusiles nos lo van a devolver con los fusiles. Han pasado 40 años y no veo ninguna solución. Lo única solución que me queda es la de levantar mi fusil". Sdati está harto de que todos los sean el año que viene, pero está convencido de que algún día llegará el momento para el pueblo saharaui

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